lunes, 29 de agosto de 2011

MEMORIAS DEL CULTIVO DE ALGODON EN CHINANDEGA.

MEMORIAS DEL CULTIVO DE ALGODON EN CHINANDEGA.:
LO QUE EL ALGODÓN SE LLEVÓ
Lancemos una hojeada a la historia para entender cómo ocurrió esta transformación. Chinandega pasó de 73 mil asalariados en 1963 a 63 mil 500 en 1971, al tiempo que los cultivos de algodón se expandían de 55,415 hectáreas a 109,063 hectáreas en 1970. En ese lapso, Chinandega descendió del 27.3% al 21.6% del total de asalariados del país y el promedio de empleados por patrón se redujo de 27 a 19. Se convirtió en una zona de expulsión de migrantes internos y de luchas por la tierra. Según un estudio del CSUCA, la rentabilidad diferencial entre cultivos de exportación y cultivos de consumo interno determinó que las tierras más fecundas y accesibles fueran dedicadas a los cultivos de exportación.

Aunque hubo abusos y actos de expropiación -como el protagonizado por el Capitán Ubilla, que se hizo con las tierras ejidales de San José del Obraje, también conocidas como Las Cuchillas, suscribiendo un supuesto contrato de alquiler por cinco años- el cultivo del algodón no supuso, sin embargo, una transformación drástica de la estructura de tenencia jurídica de la tierra. Gould observa que “en 1950, antes de la expansión del capitalismo en el sector rural chinandegano, menos del 2.6% de los terratenientes eran dueños del 65.1% de la tierra. El auge algodonero no alteró sensiblemente los patrones de propiedad. Veinte años más tarde, en 1971, el 2.1% de los terratenientes poseía el 61.3% del suelo chinandegano”.

El auge del algodón sí supuso un cambio en el uso del suelo, las formas de contratación y el acceso campesino a la tierra, según encontró Gould a partir de estadísticas y declaraciones de los líderes campesinos que vivieron la metamorfosis de la hacienda ganadera en empresas agrícolas algodoneras: “En 1949, los finqueros chinandeganos cultivaron menos de 984 manzanas de algodón, pero para 1955 ya se sembraban más de 3,242 manzanas de esta fibra. Debido a este cambio en el uso del suelo, los trabajadores y arrendatarios perdieron acceso a la tierra en las haciendas, así como sus trabajos permanentes, que pasaron a ser estacionales. Con el crecimiento de la industria del algodón perdieron sus hogares y, por consiguiente, se vieron en la necesidad de ir a posar donde los vecinos o parientes como arrimados”.

En conclusión, Gould señala que “la introducción del cultivo algodonero provocó cambios en la estabilidad y condiciones laborales para la mayoría de trabajadores rurales de Chinandega, y restringió su acceso a las tierras de las haciendas. Algunos campesinos de San José habían sido propietarios, pero antes del boom algodonero casi todos habían sembrado su propio maíz y criado ganado en los terrenos de las haciendas donde trabajaban. No obstante, después de 1950, la élite algodonera necesitaba toda la tie¬rra disponible para su cultivo de exportación y por eso les negaba a los campesinos el derecho tradicional a la tierra”.

ENTRE BRUNO Y FERMÍN

El algodón alteró sustancialmente la relación de los obreros agrícolas con las haciendas. Ese híbrido entre obrero y campesino que era el arrendatario empezó a desaparecer y la relación obrero-patrón tomó rumbos insospechados. Ésta es la tragedia que, en un escenario andino, narra con conmovedora magia la novela Todas las sangres, de José María Arguedas.

La historia es protagonizada por dos hermanos que representan dos formas de ser patrón: una modalidad tradicional que toca a su fin y una moderna que emerge con avasallador éxito. De un lado, Bruno Aragón de Peralta, hecho en y con la hacienda, poseído por el demonio de la lujuria, opuesto a toda forma de progreso técnico -a su juicio, fuente de pecado y corrupción- y capaz de infligirle castigos físicos a sus mozos, pero padrino de sus hijos y garante de su supervivencia. “En él -dice Vargas Llosa en su sesgadísimo pero con frecuencia atinado análisis- encarna el ideal arcaico y el amor a lo antiguo, caros a Arguedas”. Bruno es un padre monumental que comparte atributos con la divinidad: todopoderoso, pródigo en castigos y recompensas.

En el otro extremo está Fermín Aragón de Peralta, hombre de mundo y civilizado, educado lejos de la hacienda como un citadino de clase alta, orgulloso de sus maneras cordiales, pero inaccesible a los obreros y capaz de prescindir de sus servicios y romper súbitamente unas relaciones que se constriñen al plano meramente contractual.

La bina Bruno/Fermín representa la oposición agricultura versus minería, feudalismo versus capitalismo nacional, hacienda versus empresa agropecuaria. Fermín triunfa sobre todos los señores feudales de San Pedro de Lahuaymarca, descendientes de los conquistadores, pero es liquidado por la compañía imperialista Wisther-Bozart. Al final del proceso, en San Pedro como en Chinandega, ha desparecido el mozo ideal de Bruno Aragón de Peralta, “el indio comunero, que nace y muere dentro del microcosmos de su comunidad, preservando su lengua, sus cantos, los ritos ancestrales y trabajando la misma tierra de sus antepasados, que es naturalmente virtuoso y de una humanidad prístina. Pero, si cambia, se vuelve vulnerable y puede perder su alma”.

DEL PEÓN SOMETIDO AL CAMPESINO REVOLTOSO

En Chinandega este indio perdió su alma de peón sometido, en la rabia, las revueltas y el desarraigo. Gould testimonia que “el capataz Ramón Candia escuchó los lamentos de los trabajadores, y afirmó hallarse hastiado de ser empleado de los hacendados, ‘porque los ricos ya no tienen corazón’”. Los ricos ya no eran como el arrebatado y generoso Bruno, sino como el untuoso, calculador y metálico Fermín. La aparición de los fermines fue la rebeldía y las invasiones de tierras: “Regino Escobar señaló hacia unos matorrales diciendo: ‘Miren, ahí está la tierra del pueblo, de donde siempre hemos sacado leña, madera, hojas de palma y aceite. Vámonos para allá a limpiar y a sembrar la tierra.’ Durante las dos semanas siguientes, treinta campesinos limpiaron y cercaron una trescientas manzanas de ‘la tierra del pueblo’, dividiéndolas en parcelas de diez manzanas cada una”.

Esta estrategia no dio resultado porque, como apunta Gould, “el grupo de Somoza también tenía intereses económicos en la rentable introducción de la maquinaria, que disminuiría e incluso reemplazaría la mano de obra humana”. De ahí la ominosa participación de la Guardia Nacional en la represión a los campesinos: la invasión a la propiedad de los Deshon encalló en cárcel y extorsiones: para obtener su excarcelación, el 21 de junio de 1977 los campesinos firmaron un convenio, dejando “a las autoridades el derecho del apremio corporal para nosotros y el resto de compañeros que pretendiéramos seguir en esta invasión”. Para entonces, en Chinandega y León se cultivaba el 98% de todo el algodón, en detrimento de alimentos de consumo básico, como el arroz que en Chinandega bajó de representar el 72% al 40% de la producción nacional entre 1963 y 1971.

LA MUERTE DEL MONARCA ALGODÓN
El algodón sufrió la suerte de Fermín: derrotado por peces más gordos. No pudo competir con el creciente uso de fibras sintéticas y la producción algodonera estadounidense, practicada en gran escala y receptora de subsidios estatales. Ya en 1957 el auge algodonero sufrió un revés cuando los precios internacionales se desplomaron desde 33.4 a 26.81 dólares el quintal.

Pero los algodoneros fueron sostenidos por el Estado somocista durante años por medio tasas de cambio pre¬ferenciales y generosas prórrogas en los plazos para pagar sus préstamos. Una combinación de iniciativas estatales y privadas “impidieron que la baja en los precios arruinara la industria y permitió que la élite mantuviera el control de la tierra y el trabajo”. Nada de libre mercado.

No obstante, fue imposible evitar la debacle del algodón. Después de haber alcanzando un pico de 212,380 hectáreas en 1978, la nívea alfombra de algodón se encogió. En los años 80, si excluimos el muy excepcional 1980 por ser el año inmediato posterior a la insurrección, el algodón sólo cubrió un promedio anual de 83,960 hectáreas. Luego se redujo a la mitad y en 1992-93 experimentó un drástico descenso de 35,840 a 2,510 hectáreas, descenso del que jamás se recuperó y que sólo tendió a prolongar, reservando su exigua producción principalmente para el mercado doméstico. Agotados y envenenados, los suelos chinandeganos y leoneses no daban mucho más de sí: los rendimientos habían decaído desde un promedio de 22,322 hectogramos por hectárea en 1971-79 a 20,963 en 1981-89 y a 18,532 en 1991-99.

La producción algodonera fue un par de líneas -algún día una simple nota al pie de página- en la historia de largo plazo nicaragüense. Pero su breve reinado de quizás 20-30 años sedimentó en cambios irreversibles en la relación obrero-patrón, cambios que ahora suman rasgos a la globalización sólida: desarraigo -ruptura del cordón umbilical con la hacienda- y gélidas relaciones contractuales pasajeras que sustituyeron a cálidos compadrazgos eternos… No olvidemos que lo que era atado en la tierra quedaba atado en el cielo, donde sea que éste se hallase.

fuente:envio / LIC:RENE DAVILA/ 28080011

sábado, 27 de agosto de 2011

El chinandegano Bayardo Tijerino el mejor crítico socio-político de la Nicaragua de la segunda mitad del siglo XX,

El chinandegano Bayardo Tijerino el mejor crítico socio-político de la Nicaragua de la segunda mitad del siglo XX,: El doctor Bayardo Tijerino Molina, abogado y novelista, al viajar a Chile a estudiar un postgrado escribe su primer novela “Los Degenerados”, por la cual recibe el premio “Vicente Blasco Ibáñez” en Valencia, España. Este premio le abre las puertas para publicar otras novelas, como son: “Los Cuáqueros”, “El incendio”, “La máquina de papel”. Se casó con la chilena Alicia Verdugo, con quien procreó cinco hijos, falleció en el año 2003.

Al despedir a un narrador de primera cuando viaja a la eternidad, lo mejor que podemos hacer es hablar de sus obras, sobre todo, cuando se trata de uno como Tijerino, que nunca pretendió hacer notar su persona, al extremo que en sus novelas jamás puso una ficha bibliográfica, ni un retrato, ni perteneció a ningún aquelarre de escritores...

Laboró en su casa, solo, sin dar a leer a nadie sus obras antes de publicarlas, disgustado con el medio social y político en el que le tocó vivir, criticándolo severa y cáusticamente, pero sin convertirse en un amargado; fue poblando su mundo de escritor con los personajes que encontró en su camino, los que le disgustaban, los que no quería que existieran, lo que hubiera querido regenerar.

Así pasa por esas páginas el borracho que se dice bohemio; el usurero, el político corrupto, el falso revolucionario que se mete “al movimiento” para medrar; el “patriota” que lucha contra los marinos yanques para violar mujeres, quemar ranchos, y robar cosechas; la “dama” que no es más que una prostituta, el vejete que se casa con una joven, aunque le ponga cuernos; la muchacha que se vende por hambre, la machorra que se dice feminista; los directores de los ONG que no son más que “vivianes”, y por último, en su postrer novela, despedaza el Código de la Niñez y de la Adolescencia, y lo hace con arte, con conocimiento del abogado que fue en su vida profesional.

LOS DEGENERADOS (1963), llena de fango social, se desarrolla en León, y nos describe la existencia de una sociedad increíblemente corrompida para ser provinciana. Es, en parte, la historia de los sueños generados por el cultivo del algodón, de los nuevos ricos, vanidosos y viciosos, que dilapidan su capital en jolgorios; es la historia de una dama de sociedad que va a Francia a estudiar belleza, y en realidad aprende el arte de la prostitución que regresa a ejercer clandestinamente en León. Es la historia de un dundo que se enamora de esta prostituta de “sociedad”, que es desdeñado por ella, que pierde sus bienes por querer ser algodonero, porque ella sólo con ellos se acuesta, y termina escribiendo su vida en papeles sucios en una cantinucha de un barrio miserable de la metrópoli.

EL INCENDIO (1970), es su novela premiada en un certamen en España, y le sirve para narrar la fementida lucha antinorteamericana del general Francisco Sequeira, “Cabuya”, de quien nos había halado en LOS DEGENERADOS... borracho, violador de campesinas, ladrón, es asesinado junto con su querida, por los yanques en El Viejo.

LA MAQUINA DE PAPEL (1974), en la que Tijerino demuestra su capacidad para dibujar los personajes y su gran habilidad para manejar la trama.

Siempre con su lenguaje seco, sin ropajes ni oropeles, nos describe la historia de Lorenzo Casco, un estafador de alto vuelo.

Al describir las andanzas del delincuente, Bayardo Tijerino ocupa su látigo para fustigar a las organizaciones que supuestamente se dedican a ayudar a los pobres y jóvenes descarriados, pero que en realidad sirven de mampara para que individuos sin escrúpulos como el protagonista, se queden con la mayor parte del dinero y ocupen una porción para poner primeras piedras de edificios que nunca se terminan y que serían ocupados para asilo de la juventud a rescatar.

Esta novela es un anuncio de su última que ya comentamos en un número anterior del Nuevo Amanecer Cultural y que, yo creo, es su mejor obra: LOS NIÑOS ASESINOS (2003)

CRÓNICA DE FIN DE SIGLO (1998), es la novela de los confiscados y de la contrarrevolución. Es una crítica mordaz al gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro, a la que no se nombra, sino a su yerno con otro nombre.

Un hacendado de Chinandega, Rafael Suárez, es despojado por los “utópicos”, al triunfo de la revolución, de sus haciendas, denunciado por una su querida que se ha vuelto revolucionaria y de un su amigo que es maestro de escuela del nuevo sistema; el protagonista mata a dos de los jefes que encabezan el despojo y logra escapar a uña de caballo a Honduras, de donde marcha a Miami y se suma a la “contra” como colector de fondos para el “Tigrillo” y “Mano Negra”. Cuando triunfa la coalición de “los democráticos” decide regresar a Managua a recuperar sus bienes, creyendo en las promesas hechas en la campaña electoral por la candidata a Presidente. De regreso a Nicaragua, lo sorprende el pacto hecho entre Chilano Reyes, Coordinador del Buró Administrativo, y Evenor Turcios, jefe de los “utópicos”. Y empieza su calvario para recuperar sus bienes: visita de oficina en oficina, traslado a los tribunales especiales...

Tijerino hace uso de un recurso que sorprende: traslada hechos sucedidos durante la administración sandinista a la época de doña Violeta, anacronismo que tiene por objeto demostrar que nada cambió con el triunfo de los tecnócratas, sino que todo siguió igual que antes.

Además de las novelas comentadas, Bayardo Tijerino nos dejó: COSTA DE MOSQUITOS (1964), LA HERENCIA DEL CACIQUE (1964), LA ESCUELA DE LOS POLÍTICOS (1964), LOS QUAQUEROS, (1976), Y EL REINO MOSQUITO (1991), la primera y la última desarrolladas en la Costa Atlántica.

Nació en Chinandega el mejor crítico socio-político de la Nicaragua de la segunda mitad del siglo XX, el 24 de febrero de 1928, y murió en brazos de su amada esposa a la que le dedicó sus obras, y de sus hijos que lloran con nosotros su partida, el 12 de septiembre del corriente año 2003.

LIC:RENE DAVILA / 26080011

LA NOSTALGICA POESIA DEL BARDO CHINANDEGANO FRANCISCO SANTOS.

LA NOSTALGICA POESIA DEL BARDO CHINANDEGANO FRANCISCO SANTOS.:
La revista y fundación “Decenio” organiza a partir de hoy jueves 25, a las 7:00 p.m., recitales permanentes de poesía en Epikentro Galery.

El poeta Ariel Montoya, presidente de la fundación y director de la revista “Decenio”, dijo que este primer recital contará con la participación del poeta chinandegano, Francisco Santos.

“Con esta actividad la fundación y revista “Decenio” pretende que la poesía nicaragüense cobre nuevos bríos en el nuevo milenio”, señaló.

Aseguró que esta actividad promovida por “Decenio” y patrocinada por el Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible (CONADES), se realizará permanentemente en la última semana de cada mes.

Por su parte, Francisco Santos, expresó que en esta oportunidad compartirá con los asistentes poemas de su segundo poemario “Viendo y volviendo”, publicado en 1985 en Costa Rica, y del último “Media Noche desnuda”, publicado en Canadá en 1999.

La poesía de Santos es muy variada, en ella se encuentra presente la nostalgia por su terruño chinandega, aunque también existen otras de carácter erótico.

Santos, que recientemente retornó al país después de dos décadas de residir en Canadá, señaló que entre los poemas que compartirán se encuentran: “Nocturno frío”, “Éxodo”, “De lo cotidiano”, Café con lecho, entre otros.

Aseguró que trabaja en la publicación de una antología de sus mejores poemas recopilados en sus tres poemarios publicados, que será lanzado en el transcurso de este año.

“Esta antología será una publicación bilingüe: inglés y español y es una selección de los poemas más preciados de mis tres obras publicadas”, dijo.

Señaló que el tiempo que estuvo fuera del país tuvo la oportunidad de participar en diversos eventos culturales leyendo y hablando sobre la literatura nicaragüense.


LIC:RENE DAVILA / 16080011

TIPS QUE DEBEMOS SABER DE LA HISTORIA DE CHINANDEGA.

TIPS QUE DEBEMOS SABER DE LA HISTORIA DE CHINANDEGA.:
CHINANDEGA EN RUINA DESPUES DEL BOMBARDEO DEL 27.
Son muy interesantes los escritos bisagras de Roberto Sánchez Ramírez que LA PRENSA publica con cierta periodicidad. Además de ameno el estilo, guardan rigurosidad histórica. El historial dedicado a Tino López tiene que resultarnos encantador a todos los que nos interesa la cultura en sus diversas manifestaciones y más aún a quienes por razones familiares nos retienen profundas raíces en el solar chinandegano. Tino López, músico-poeta, está emparentado con muchísimos chinandeganos, migrantes algunos, como yo. Tino era primo hermano de mi abuela paterna.

Sin embargo, no es por el árbol genealógico, ni por quemarme en el resplandor del artista por lo que escribo esta vez, sino porque en el párrafo cuarto del magnífico escrito, dentro del tema La Ciudad Mártir ha cometido don Roberto un error histórico y otro en el párrafo once en el tema titulado Homenaje en Chinandega.

El primero: Chinandega en febrero de 1927 no fue atacada por los conservadores, sino defendida por ellos, es decir por las tropas leales al gobierno conservador de entonces. Chinandega fue atacada por las tropas liberales al mando del general Parajón, las que lograron tomarse el reducto de El Calvario defendido por los hermanos Julio, Miguel y Alfredo Cuadra Sotomayor, no así el cuartel protegido por la torre de La Parroquia de Santa Ana y defendida por don Ricardo López y Antonio Úbeda como segundo al mando. Algo más, sabido e indiscutido siempre por todos los chinandeganos, fue al grito de ¡Viva Parajón! que Chinandega comenzó a arder. Las tropas de Parajón pretendieron incendiar la casa del doctor José del Carmen Gasteazoro en construcción y al fragor del rencor partidario continuaron incendiando todo el barrio de La Parroquia habitado por familias conservadoras.

En total 11 manzanas fueron consumidas por el fuego. Chinandega pasó en ruinas muchos años hasta que la fiebre del algodón la sacó de su marasmo. Los amigos del derrocado presidente doctor Juan Bautista Sacasa que fueron a la estación del ferrocarril de Chinandega a mirarlo pasar hacia Corinto y hacia el destierro (1936), referían que con tristeza éste dijo: “Chinandega, la ciudad mártir por hacerme P residente a mí”.

El otro error se refiere a que no fue Francisco Baca Callejas el poeta laureado de Chinandega, el dirigente liberal del 93 sino su padre el general Francisco Baca, quien fuera también Ministro de Hacienda durante el gobierno de Zelaya. Los adversarios de Zelaya y por ende de Baca, criticaban los enormes billetes emitidos por esa administración, porque no cabían en las carteras ni en los bolsillos. Un chascarrillo de aquel entonces rezaba: “Se equivocó Salomón —y en la Loma de Tiscapa— una enjuta y negra ‘baca’ esta arruinando la nación...”

LIC.RENE DAVILA / 15080011

miércoles, 10 de agosto de 2011

LA MARAVILLOSA PLAYA DE JIQUILILLO EL VIEJO-CHINANDEGA.

LA MARAVILLOSA PLAYA DE JIQUILILLO EL VIEJO-CHINANDEGA.: "

El departamento de Chinandega ofrece muchas playas cristalinas y bellos esteros.Hay varios poblados costeros de pescadores, como Aserradores y Jiquilillo, conocidos por su tranquilidad y sus playas desiertas. Esta imagen, sin embargo, cambia drásticamente durante la Semana Santa, cuando los nicaragüenses invaden sus playas. En cualquier otro momento del año, las playas permanecen tranquilas y prácticamente vacías.
Un gran estero al norte de Jiquilillo, llamado El Estero Padre Ramos, tienen un impresionante bosque de manglares y ofrece una gran posibilidad para disfrutara de la naturaleza. Esta Reserva Natural cuenta con cierta infraestructura turística, que permite explorar la región.
Otro estero es el Estero Real, que se encuentra en la frontera con Honduras, al noreste del sitio antes mencionado. Este estero, aún más grande, tiene un enorme ecosistema de manglares, pero no ha sido explorado por el turismo. El cultivo de camarones es la actividad principal de la región.
El océano Pacífico también ofrece algunos atractivos. Durante los meses de enero y febrero, se puede admirar a las ballenas migrar por la costa. Los delfines y las tortugas pueden ser vistos durante todo el año. Así mismo, se puede pescar en Chinandega y atrapar peces como el tuna, el dorado, el marlin entre otros. LIC:RENE DAVILA."

CUENCA HIDROGRÁFICA DE CHINANDEGA

CUENCA HIDROGRÁFICA DE CHINANDEGA: "
En Nicaragua existen numerosas cuencas, siendo la más extensa la del Río San Juan (por comprender a su vez la de los lagos) y la del Río Coco. Los ríos de la Costa Atlántica poseen un fuerte caudal debido a la extensión en sus cuencas como a las lluvias que son más copiosas y frecuentes que en la Región del Pacífico. Aquí los ríos son más cortos e incluso llegan a cortarse en la estación seca.

a. Ríos de la cuenca del Gofo de Fonseca: Los ríos más importantes que vierten sus aguas son el río Negro,el Estero Real,Rio Hato Grande o villanueva ,Rio Guasaule que son los mas grande y más largos de la vertiente del Pacífico. El Negro nace y desemboca en Honduras, pero la mayor parte del curso se desenvuelve en territorio nicaragüense. Baja por la Sierra de La Botija y circula por el cálido llano de Somotillo; sus principales afluentes son los Quesos, El Gallo y Guasable. Desemboca en un área pantanosa que se confunde con el delta del Estero Real.

El Estero Real (137 Km., incluyendo a su afluente el Tecomapa, que con el Villanueva lo forman), circula en una amplia llanura apenas levantada pocos metros sobre el nivel del mar, en tal forma que la marea alta penetra aguas arriba por muchos kilómetros. Antes de desembocar emite varios ramales que forman serpentinos esteros entre amplios playones bordeados de manglares. En sus orillas se asienta el puerto fluvial Morazán, dedicado al corte de mangle, la pesca y la crianza artificial de camarones.

b.Ríos que desembocan en el Pacífico: Son cortos y de poco caudal; algunos emergen en la llanura de León y Chinandega como resultado de las aguas cálidas e infiltradas en la Serranía volcánica e los Maribios. Entre estos se mencionan el Atoya,Acome,Sazama, Ameya,San Isidro,Cosmapa,el chorro, Posoltega,entre otros, de los cuales algunos han sido represados para pequeños aprovechamientos hidroeléctricos o para regar cañaverales.Dentro de las lagunas del departamento de chinandega tenemos:la del volcán cosiguina, y la de llano verde de origen volcanico ubicada cerca de la villa 15 de julio.
LIC:RENE DAVILA."