domingo, 27 de marzo de 2011

PUNTA APOSENTILLO LUGAR PARADISÍACO DE CHINANDEGA.

Está ubicada en el Viejo, Chinandega, en tres manzanas de tierra con acceso al mar. Es confortable y con servicios llenos de detalles que aseguran una “relajada” estadía


Punta  Aposentillo Sol, playa y... tranquilidad

El lugar se presta a la paz y la tranquilidad. En Punta Aposentillo, como bien dice su propietario Róger Auduray Vaca, “el visitante  se relaja y sale como nuevo, con energías positivas  para enfrentar la vida diaria”.

La Punta, ubicada a  media hora de Chinandega, en El Viejo,  al Occidente del país, es por lo general fresca a pesar de las altas temperaturas de la zona.  Allí el turista con lo primero que se topa es con la naturaleza y el mar: Árboles frondosos  de caucho, es decir de “hule”,  con más de  60 años de existencia saltan a la vista, así como palmeras y diversos tipos de  flores. La propiedad tiene 15 manzanas, aunque el hotel de Punta Aposentillo sólo abarca tres.

En el sitio el turista tiene disponibles  seis habitaciones, aunque a final de año éstas aumentarán a 12. El hotel combina un estilo colonial y mediterráneo que lo apega  precisamente a la naturaleza y al mar. Cuenta con  cuatro pisos, incluyendo la terraza, desde donde se aprecia el mar, la bahía contigua  y  las comunidades aledañas en toda su dimensión.

El hotel, por donde se le vea tiene detalles: escaleras de madera con forma de enredaderas y  con pisos de azulejos incrustados, techos coloniales, corredores,  terrazas  con piso de cerámica y habitaciones a la antigua, con camas de madera y mosquiteros, también tiene amplias ventanas. La terraza, íntima y blanca, logra el apacible ambiente mediterráneo.

La cueva y los tour 
Fuera del hotel también hay mucho que ver. A la derecha hay acantilados, una cueva y una bahía; en frente está el mar y una poza paradisíaca. A la izquierda  se encuentra la playa con arena y piedras lisas para admirar el atardecer.
La cueva, que algunos lugareños la asocian a los piratas ingleses,  es  un punto al que se llega escalando los muros de piedra del acantilado que la separa del hotel.

Preferiblemente hay que visitarla cuando la marea está baja, para no mojarse.  En ese lugar puede observar peces pequeños de diversos colores, además, puede darse un chapuzón casi como  si estuviera en un jacuzzi.  
También puede hacer rápel, descendiendo verticalmente sobre una cuerda atada a los árboles de hule que rodean la parte de la propiedad cercana a la cueva.

O bien, puede hacer un tour en lanchas, de media hora, que lo llevarán al estero de Aserradores, que se conecta al océano Pacífico.  “Aquí (en el estero) el chiste es la naturaleza pura (manglares y aves como los pelícanos), así como su silencio, es uno de los paseos más relajantes”, destacó Auduray.

El tour a caballo es otra opción. Éste lo puede hacer por la playa, que casi siempre sólo se comparte con surfistas,  o por las comunidades cercanas a Aposentillo. Ello le permitirá interactuar con la gente. 
“La idea es que la gente nos visite y pase contenta. El hotel es ecológico y se presta para pasar en familia, en pareja, o como la gente quiera.  Estamos para servir a todos los segmentos”, apuntó Auduray, quien agrega a la estadía “ecológica” los arrecifes de la zona.

¿Cómo llegar?
Llegar a Punta Aposentillo es fácil. Chinandega está a dos horas al Occidente de Managua, y El Viejo está a unos 15 minutos hacia el noroeste. El Viejo tiene dos rutas, una hacia la frontera y otra hacia la playa.

Cinco minutos más tarde, camino al mar, la carretera está plagada de rótulos de hoteles, entre ellos Punta Aposentillo. Uno toma la calle adoquinada hasta el final, y continúa unos 150 metros más en línea recta. No hay forma de perderse.
El camino es de tierra, pero corto. Es el único hotel de la zona al que se puede acceder en un vehículo bajo, sin riesgo de quedarse en el camino.
LIC:RENE DAVILA.

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